martes, 10 de agosto de 2010

Amantes Vs Esposas: el seductor encanto de lo prohibido


Un día cualquiera, después de veinte años de matrimonio, Ana Flor Raucci salió a la calle y la infidelidad pasó ante sus ojos a la velocidad de un carro en la F1, y con la misma frecuencia en que dos amantes se encuentran. Ella, la altanera y cruel, ya había pasado por su casa, había sido visita indeseable y se había marchado, dejando en el pensamiento de Ana Flor la idea de que la experiencia de los cachos solo ella la había vivido.

Los cuernos se transformaron en un inicio, el de su vida como mujer madura y soltera. En un habitué fácil de encontrar en un bar, un centro comercial, en la parada de autobús, en Miami, Caracas o Estambul. Y las historias de esas infidelidades, una vez internalizadas, pasaron a ser correos electrónicos jocosos para los amigos, que concluyeron en su más reciente publicación titulada Amantes Vs. Esposas (editorial Planeta).

La autora descubrió una especie de patrón compartido, entre el hombre casado, la esposa y la amante. Un triángulo con raíces en la educación diametralmente opuesta del hombre y la mujer, internalizada en lo más profundo de cada uno de los personajes y del cual, según ella, el único ganador parece ser él.

Según su experiencia las “razones” para ser infiel del hombre, son distintas a las de la mujer; y sin embargo, ambos encuentran alguna justificación para serlo. “Las mujeres no se atreven tanto, para nosotras la manera de salir de la rutina, normalmente no incluye el sexo esporádico. Para el hombre el sexo casual es una vía de escape del trabajo, los hijos, los problemas económicos. El inconveniente llega cuando esas “canitas al aire” comienzan a afectarlos en al intimidad de su hogar”.

Raucci, a través de las anécdotas personales, ofrece su particular visión como consejos para las mujeres que se encuentran en cualquiera de las dos situaciones. “A las casadas, que no pierdan la coquetería del noviazgo, no dejen de ser mujeres por llevar la casa y alimenten la espontaneidad como la mejor arma para seducir a sus esposos”.

“A las amantes, quiero decirles, que no vale la pena enamorarse de un hombre casado, que no les sean fieles y no se permitan perder las ilusiones esperando a alguien sin tener la certeza de su llegada”.

Sencillo, directo y sobre todo divertido, Amantes Vs Esposas permite reírnos de nosotras mismas como un ejercicio de autodescubrimiento.

No hay comentarios: