En los exámenes
de laboratorio, sin importar raza, género, edad o condición social del
paciente, los médicos observan con detenimiento la forma en que el organismo
está respondiendo a las condiciones exigentes de la vida cotidiana y las
terribles consecuencias metabólicas generadas.
Normalmente el
páncreas produce insulina para compensar el consumo de carbohidratos en la
alimentación, de manera de introducirlos en el hígado, músculos o al final en
las grasas en forma de triglicéridos. Cuando existe un alto consumo de
carbohidratos, las células Beta del páncreas deben producir más insulina para
evitar que el exceso de glucosa permanezca en el torrente sanguíneo.
Asimismo, si los
receptores de insulina a nivel muscular están disminuidos por falta de
ejercicio, la insulina tendrá que estimular los receptores a nivel del tejido
graso para introducir esta carga de azúcares en forma de triglicéridos. Esto
crea una condición metabólica de exceso de insulina, lo cual trae varias
consecuencias como: el aumento de peso corporal a expensas del tejido graso; el
bloqueo de las hormonas de la juventud, hGH (hormonas del crecimiento),
hormonas sexuales; la alteración de los niveles de colesterol y triglicéridos,
alteraciones inmunológicas, neurológicas, etc.
Por si esto
fuera poco, el exceso de azúcares carameliza las proteínas superficiales de las
células, vasos sanguíneos, microcirculación de los ojos y riñones, creando una
mala circulación, oxigenación y funcionamiento de todos los órganos.
Finalmente, por el exceso de estimulación pancreática se alcanza el agotamiento
en la producción de insulina, lo que se conoce comúnmente como diabetes.
El exceso de
estrés y la ansiedad inducen a la excesiva producción de cortisol, que produce
un aumento de la glucosa sanguínea con mayor producción de insulina
compensatoria.
Los tratamientos
convencionales para atacar el hiperinsulinismo están basados en cambiar la
alimentación, prescribir medicamentos hipoglicemiantes que sensibilizan los
receptores de la insulina a nivel periférico y finalmente la administración de
insulina.
En el Centro
Médico Antienvejecimiento buscan la manera de prevenir y revertir este proceso
a través de las claves de la longevidad. Inicialmente se recomienda el consumo
moderado de carbohidratos, exclusivamente en el desayuno; practicar alguna
actividad física regular para aumentar el número de receptores de insulina a
nivel muscular; reposar y recrearse periódicamente con el manejo adecuado del
estrés para evitar el exceso de producción de cortisol; y evitar la
hiperglicemia e hiperinsulinismo.
Desde el punto
de vista terapéutico se recomienda el uso de complementos nutricionales basados
en oligoelementos como el cromium, magnesio, vanadio y zinc (estos son
considerados glucominerales por su acción directa en el metabolismo de los
azúcares), el complejo B y la vitamina C como co-factores del proceso, aminoácidos
como la arginina y carnosina que evitan y revierten la formación de proteínas
glicosiladas, y 5 HTP que genera serotonina que aumenta el ánimo y antagoniza
la insulina. A su vez, también se recomiendan sueros metabólicos que contienen
dichos oligoelementos y sueros de quelación que igualmente son
antiglicosilantes.
Centro Medico
Antienvejecimiento VRC. 0212 991 22 15 / 0212 993 45 95. www.medicinantienvejecimiento.com
Cortesía. Blue Marketing
Solutions. Ana Gabriela Pérez.
No hay comentarios:
Publicar un comentario