Las manchas en la piel conocidas también como melasma, son consideradas un problema de gran relevancia para quienes las sufren, y el padecer o no la misma, dependerá del comportamiento hormonal de cada paciente.
El melasma es una hiperpigmentación facial adquirida, causada por la producción en exceso de melanina, que es el pigmento encargado de hacer que la piel se broncee. Su desarrollo comienza con la aparición de ciertas manchas posterior a la exposición solar, o en forma de extensión de pecas prexistentes; sin que exista algún síntoma físico con antelación que sirva para comenzar a emplear algún tratamiento que ayude a detener su aparición.
Los sitios más usuales en los que se desarrolla son: frente, mejillas y nariz. Ésta patología está relacionada en un 95% a las mujeres, con una mayor incidencia en personas de origen mestizo, o grupos raciales y étnicos como los hispanos y asiáticos.
Algunos de los factores que influyen en la aparición de las manchas son: los cambios hormonales en mujeres (vinculado principalmente a los estrógenos y la progesterona); el embarazo, entre un 50 y un 70% de las pacientes que están en estado suelen ser afectadas por ésta patología y el uso de terapia hormonal sustitutiva.
No solamente los factores internos (cambios hormonales) son capaces de desarrollar la aparición de manchas en la piel, también pueden ser considerados como aceleradores el uso de cosméticos, la exposición solar y la alergia a ciertos componentes médicos.
Aquellos pacientes que padezcan de manchas en la piel deben considerar que existen tres tipos de niveles de desarrollo del melasma:
1. Melasma epidérmico: éste tipo de lesión se encuentra acumulado en la dermis superficial (epidermis), por tal la detección y el tratamiento será fácil de llevar a cabo.
2. Melasma dérmico: en éste caso la lesión es un poco más severa ya que se encuentra ubicado en las capas dérmicas o más profundas de la piel.
3. Melasma mixto: ésta última lesión es una combinación de las dos anteriores, lo que ocasiona que sea un poco más largo y lento el proceso de recuperación.
Ésta patología puede ser hereditaria y en ocasiones suele ser una enfermedad recurrente, por ello para evitar recaer en la misma es necesario acudir al dermatólogo y mantener el tratamiento indicado por un largo período.
¡Adiós manchas!
Para poder eliminar la aparición del melasma y obtener un rostro libre de manchas, es necesario poner en práctica algunos tips útiles.
· Lo más importante que debe hacer un paciente al padecer ésta patología es acudir al Dermatólogo. En muchos casos al no saber con exactitud la procedencia de ésta enfermedad, los afectados suelen hacerse tratamientos cosméticos que pueden llegar a empeorarla.
· Las diversas terapias a emplearse deberán ser a base de despigmentantes, éstos ayudaran a aclarar la piel.
· Hacer uso de protectores solares así el día se encuentre nublado. La exposición diaria al sol tiende a afectar la piel; cuando ya se ha empezado a tratar ésta enfermedad si el paciente no hace el uso adecuado de los bloqueadores solares es más fácil recaer en la misma.
· En el caso de las mujeres es importante emplear bases de maquillajes con protección solar de amplio espectro.
Cuando las manchas han aparecido se emplean diversos tratamientos con el fin de disminuirlas y para recuperar la apariencia que tanto se desea, es necesario seguir las indicaciones dadas por el Dermatólogo, además de emplear una rutina que incluya una crema tópica compuesta por Fluocinolona acetonido 0.01%, Hidroquinona 4% y Tretinoína 0.05%, tratamiento rápido, efectivo y seguro para el tratamiento del melasma.
Fuente:
Laboratorios Galderma
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